Reproducción asistida

¿Qué es la reproducción asistida?

La reproducción asistida comprende un conjunto de prácticas médicas basadas en los protocolos más avanzados de la tecnología reproductiva, que permiten intervenir, de forma controlada, en el proceso de fertilización.

Lo primero que explicamos a las pacientes es que la reproducción asistida es un término amplio que abarca varios procedimientos, técnicas y protocolos.

Nos vemos en la necesidad de dar esa explicación porque, con frecuencia, el público y las pacientes suelen asociar, de forma exclusiva, reproducción asistida con Fecundación In Vitro, dado que esta es una de las técnicas que ha tenido mayor presencia en los medios. Pero la FIV no es la única técnica de fecundación artificial que existe en la actualidad, y tampoco es la única que se aplica en las clínicas de reproducción asistida.

Por eso, los especialistas en ginecología, biología, genética, y todos los campos de la ciencia asociados a esta práctica, suelen hablar de Tecnologías de Reproducción Asistida (TRA) o ART —del inglés Assisted Reproductive Tecnology— para englobar a todo el conjunto de prácticas relacionados con la fecundación a través de la medicina.

El desarrollo de las Tecnologías de Reproducción Asistida es uno de los más grandes hitos de la ciencia médica de los últimos cien años, y, aunque estas tecnologías representan un avance importante, que reporta beneficios reales y tangibles a miles de mujeres y hombres cada año y que, además, abre nuevas brechas para la ciencia y la vida, la gran mayoría de las personas las desconoce.  

Con frecuencia las pacientes y sus parejas suelen interesarse, de forma exclusiva en el resultado, sin prestar mucha atención a los detalles del proceso. Pero consideramos pertinente que el público, paciente o no, pueda tener acceso a toda la información referida a las tecnologías de reproducción asistida.

Por experiencia sabemos que es un error muy frecuente de todos de todos los que nos dedicamos a la divulgación de temas relacionados con la ginecología y la reproducción asistida, que solo se comparte información que apunta a los resultados, es decir, información del tipo: qué es, cómo se hace, cuáles son las consecuencias. Así, hemos descuidado otros aspectos relacionados con estos temas, como la historia y los orígenes de cada procedimiento.

¿Por qué consideramos importante compartir información en esta línea?

Porque estamos convencidos de que, en la medida en que las pacientes, y los pacientes, se eduquen y comprendan el desarrollo que ha tenido la ciencia en materia de fertilidad, mejorarán los niveles de expectativas que tienen de los tratamientos.

Entenderán en qué nivel de avance / desarrollo nos encontramos en cada uno de los procedimientos y, esto ayudará a disminuir temores, dudas, miedos. También ayudará a derribar las expectativas irreales que algunos pudieran hacerse basados en el desconocimiento.

Por eso, a continuación, compartimos un breve recuento histórico de la reproducción asistida.

Origen de la reproducción asistida

Quizá el caso relacionado con la reproducción asistida más conocido a la fecha sea el de Louise Brown, que nació en 1978 y que fue la primera bebé concebida gracias a la Fecundación In Vitro.

Por aquel entonces la tecnología de reproducción asistida era aún un campo incipiente, aunque debemos decirlo, las técnicas que se usaron en el embarazo del cual nació la bebé Brown, tampoco se desenrollaron en esa década. Ya cinco años antes del nacimiento de esa primera bebé probeta existe un proceso documentado de embarazo asistido, aunque sin éxito.

Es que incluso, para encontrar los orígenes de la reproducción asistida es necesario remontarnos unos cuantos siglos atrás. Sí, has leído bien, no se trata de una errata, hemos dicho: siglos. De forma tal que debemos retroceder algunos años en la historia, a unos tiempos en los que la ginecología no estaba ni siquiera desarrollada como disciplina.

El primer caso relacionado con reproducción asistida del que se tiene conocimiento, si bien no está comprobado de forma científica, se trató de un suceso que configuró, en buena parte, la historia de los reinos de España y Portugal, y puede servir para que comprendamos cómo, desde la antigüedad, la infertilidad ha representado una preocupación para quienes la padecen. Este caso está relacionado con Enrique IV quién fue Rey de Castilla, y que en su tiempo fue conocido como Enrique el Impotente

Los problemas de impotencia del mencionado rey —que sí están confirmados puesto que se han hecho estudios recientes a su cuerpo embalsamado— dada su embestidura, no solo era un problema familiar, sino que representaban un latente conflicto geopolítico pues el monarca debía asegurar una descendencia que asumiera el trono.

Pese a la conocida infertilidad del rey, que también quedó registrada en las crónicas de la época, a principios de 1462, después de 7 años de matrimonio con la Reina Juana de Portugal esta logra dar a luz.

Este suceso reviste interés para nosotros y lo mencionamos en este apartado sobre todo por un comentario que apuntó el cronista y viajero Jörg von Ehingen al respecto. Ehingen menciona, en sus notas de viaje, que el embarazo de la Reina Juana de Portugal se logró por un procedimiento donde se utilizó una especie de caña de oro en la que se recogió el semen del monarca y que luego fue introducida en la vagina de la reina.

Más allá de si el nacimiento de Juana de Castilla fue logrado a través del método rudimentario que señaló Ehingen en sus apuntes, que datan del siglo XV, llama la atención la descripción que se hace acerca de la supuesta técnica utilizada que, guardando las distancias, bien podría recordar parte del procedimiento de inseminación artificial moderno.

Aunque, para encontrar el primer caso de inseminación artificial en humanos documentado de la historia, tenemos que situarnos en la ciudad de Londres, a finales del siglo XVI, cuando el cirujano John Hunter recolectó el semen de cierto mercader de ropas con problemas para concebir, a causa de un severo caso de hipospadias, en una cánula precalentada que luego introdujo en la vagina de la pareja del comerciante.

Ya en el siglo XIX en los Estados Unidos J Marion Sims realizó un experimento en el que inseminó de forma artificial a 55 mujeres, de las cuales solo una resultó embarazada.

Durante las primeras tres décadas del siglo XX la inseminación artificial alcanzó un nivel alto, pues en distintos países como Rusia, Dinamarca, Inglaterra y los Estados Unidos se desarrollaron diversas técnicas y se llevaron a cabo numerosas inseminaciones artificiales exitosas, pero del tipo veterinario. Aunque estas prácticas se desarrollaron solo en animales, debemos decir que muchos de los principios y parte del protocolo de la inseminación artificial en humanos actual que se lleva a cabo en cualquier clínica de reproducción asistida tienen su origen en aquellos experimentos.

No sería sino hasta los años 1950 cuando, gracias a los trabajos del Dr. Sherman, se alcanzaría un alto grado de desarrollo de las tecnologías de conservación de esperma humano por medio de la congelación, y se allanaría el campo para la práctica de la inseminación artificial tal como la conocemos hoy en día, así también gracias a esos avances se establecieron los llamados bancos de semen y las primeras clínicas de reproducción asistida.  

Definición de reproducción asistida

La reproducción asistida puede ser definida como una serie de protocolos y procedimientos que tienen la finalidad de lograr la reproducción en circunstancias en las que la concepción no sería posible sin asistencia especializada.  

Estas técnicas se llevan a cabo por ginecólogos y otros especialistas, en centros que cuentan con la tecnología y con la infraestructura que hacen posible los procedimientos, estos centros son conocidos como clínicas de reproducción asistida.

Clínicas de reproducción asistida

Las clínicas de reproducción asistida son centros médicos equipados con Tecnologías de Reproducción Asistida y con el capital humano especializado en técnicas de fertilización. Es necesario puntualizar que en los centros médicos dedicados a la fertilidad no solo laboran ginecólogos.

Las técnicas de reproducción asistida y los tratamientos que le hacen frente a la infertilidad son unos procesos complejos en los que intervienen, además de ginecólogos, profesionales con otras especialidades tales como:

Urólogos y andrólogos

Los pacientes masculinos que presentan problemas para engendrar son examinados por urólogos, que son los médicos que están capacitados para detectar, a través de los respectivos estudios, cuáles son las causas de las dificultades para concebir. Además, estos buscarán las soluciones en función del caso y las condiciones del paciente.

Endocrinólogos reproductivos

Algunos inconvenientes relacionados con la reproducción, en ocasiones, no ocurren por problemas genitales, sino que también hay factores hormonales y condiciones endocrinológicas que comprometen la salud reproductiva de las parejas. Los endocrinólogos especializados en reproducción y en fertilidad tratan condiciones del sistema endocrino que pueden entorpecer el proceso de concepción, algunas de estas condiciones son: diabetes, patologías tiroideas, problemas de estrógenos o testosterona.

Médicos genetistas

Que son los profesionales encargados de diagnosticar y advertir a las parejas que están a punto de someterse a algún procedimiento de reproducción asistida sobre cualquier desorden del tipo genético que presenten y que pueda representar un riesgo para el futuro bebé. Además, estudian aquellos casos de infertilidad que pudieran tener causas del tipo genético.  

Biólogos

Estos son profesionales de una importancia vital en el proceso de reproducción asistida. Las clínicas de reproducción asistida cuentan al menos con dos especialistas de esta rama de la ciencia, y los centros de fertilidad más grandes tienen en su plantilla a decenas de biólogos. Estos se encargan de monitorizar y hacer posible gran parte de los procedimientos que se llevan a cabo en las técnicas de reproducción asistida, tales como:

  • La conservación de los ovocitos.
  • La conservación del esperma.
  • El cultivo de los embriones.  

Los anestesiólogos intervienen en el proceso de fertilización asistida, cuando se realizan ciertos procedimientos invasivos que pueden resultar dolorosos para la paciente sin el uso de la anestesia, como es el caso de la captación de folículos ováricos propia de la Fecundación In Vitro. Los anestesiólogos que laboran en las clínicas de reproducción asistida están especializados en la fecundación y su trabajo, además de evitar el dolor a la paciente, es cuidar de que la sustancia anestésica no altere las condiciones naturales (físicas, químicas, hormonales) del organismo de la paciente que garantizan la fertilidad.

Enfermeros

Que brindan asistencia técnica y puntual en todas las fases del proceso y son el personal que está más próximo a las pacientes desde el inicio del tratamiento, de forma tal que los enfermeros también cumplen una función didáctica / informativa.  

Psicólogos

La reproducción asistida es, como ya hemos dicho, un proceso complejo en el que las pacientes necesitan mucha fortaleza anímica y apoyo. Los profesionales de la psicología, a través de sus intervenciones, pueden orientar a las parejas y ayudarlas a hacerle frente a la tensión que puede ocasionar la espera de resultados de los ciclos y tratamientos de la reproducción asistida. Ninguna pareja está preparada para hacerle frente a problemas de infertilidad y, estos, en ocasiones, terminan siendo causantes de rupturas, pero aquellas parejas que se hacen acompañar de un especialista de la conducta suelen, además de mantenerse unidas, obtener mejores resultados que aquellas que no buscan apoyo psicológico.

En cada clínica de reproducción asistida hay varios ginecólogos y obstetras, el primero es el responsable de llevar el control de la paciente antes, durante y después del tratamiento de reproducción asistida que se haya elegido; el segundo es quien se encarga de monitorizar el ciclo de embarazo de la paciente.

Casos que atienden las clínicas de reproducción asistida

Las clínicas de reproducción asistida brindan atención y tratamiento a pacientes con distintos casos, circunstancias y necesidades. Aunque, cuando se habla de reproducción asistida es común pensar solo en dos tipos de pacientes:

  • Parejas con problemas para concebir.
  • Mujeres solteras que quieren concebir.

La verdad es que son muy variados los perfiles de las y los pacientes que requieren los servicios que prestan estos centros especializados en reproducción asistida e infertilidad, veamos algunos.

Reproducción asistida a pacientes con pareja masculina

Este es el servicio más demandado por los pacientes en todos los centros de reproducción asistida. Y aunque son variados los perfiles por lo general se tratan de:

  • Parejas con dificultades para concebir de forma natural por algún problema de infertilidad.
  • Parejas que no han reportado problemas de infertilidad pero que están en una edad en la que el embarazo natural se vuelve un tanto difícil, algunas de estas parejas en ocasiones incluso ya tienen un primer hijo.

Reproducción asistida a pacientes con pareja femenina

En algunos países cuya legislación lo permite aquellas mujeres que son pareja y quieren concebir tienen en la reproducción asistida una posibilidad real de cumplir con su deseo de ser madres.

En estos casos se aplica una inseminación artificial y se trabaja con el semen de un donante. Es común que muchas parejas formadas por mujeres sientan ciertas dudas con respecto al protocolo utilizado para seleccionar el semen.

El proceso de selección de semen que se aplica en las clínicas de inseminación artificial es largo y riguroso. Durante el protocolo se descarta la posibilidad de transmisión de enfermedades, incluidas las patologías de orden genético.

Pensando en las parejas formadas por mujeres se creó un método de reproducción asistida conocido como método ROPA, que quiere decir: Recepción de los Óvulos de la Pareja.

Ese método está disponible en las clínicas de países cuya legislación lo permite, y este tiene ciertas condiciones y requisitos legales para llevarse a cabo, por ejemplo: se debe tratar de un matrimonio legal consolidado.

Lo que lo distingue de los otros métodos de reproducción asistida es que en la técnica ROPA ambas mujeres están involucradas de forma activa en el proceso: una de las mujeres, la madre donante, se encarga de realizar la aportación genética a través de los ovocitos y, la otra, la madre gestante, se encargará de gestar los ovocitos fecundados con el esperma certificado de un donante anónimo.   

Reproducción asistida a pacientes sin pareja

Aquellas madres solteras que quieren concebir también encuentran en la reproducción asistida una respuesta a sus deseos de ser madres. Quizá no te sorprenda saber que en los últimos años se ha incrementado, de forma exponencial, el número de madres solteras que se acercan a las clínicas de fertilidad y reproducción asistida para recibir asesoría acerca de los métodos y las opciones que existen para quedarse embarazadas.

Debemos decir que la mayoría de los casos, a pesar del tiempo que tenemos laborando en el medio, no dejan de maravillarnos, puesto que, casi siempre las madres solteras que optan por la maternidad sin pareja se caracterizan por ser:

  • Mujeres decididas, determinadas.
  • Trabajadoras, emprendedoras.
  • Independientes.

En estos casos en las clínicas especializadas según las condiciones reproductivas de la paciente se suelen tratar con técnicas de reproducción asistida tales como:

  • Inseminación artificial.
  • Fecundación In Vitro.
  • Embrioadopción.  

Otros casos tratados en las clínicas de reproducción asistida

En las clínicas de reproducción asistida también se atienden otros casos tales como:

Mujeres que desean conservar su capacidad reproductiva recurriendo al protocolo de congelamiento de ovocitos. En ocasiones se trata de mujeres que se someterán a tratamientos médicos cuya severidad pone en riesgo sus niveles naturales de fertilidad.

También se dan casos de mujeres que por decisión personal (carrera, trabajo) han decidido postergar la maternidad algunos años, pero que para no correr riesgos recurren a la conservación criogénica de material genético. Este protocolo de conservación de material genético es válido para óvulos sin fecundar y óvulos fecundados; con respecto a esta última opción debemos mencionar que algunas parejas deciden congelar los óvulos fecundados con esperma para utilizarlos en el futuro, disminuyendo los riesgos que supone la edad para la concepción / embarazo.

Las técnicas de reproducción asistida han supuesto una esperanza para muchas personas que, debido a condiciones de salud, se les complica la concepción, un ejemplo de esta situación son aquellas parejas o miembros de parejas que son portadores del VIH positivo.

En las clínicas de reproducción asistida también se atienden estos casos, que son trabajados con un estricto procedimiento que permite que el bebé nazca sin el virus.

Los métodos varían atendiendo a si el miembro de la pareja portador del virus es la mujer o el hombre, pero las tasas de nacimientos de bebés sanos son bastante altas.

Cuando el paciente infectado es el hombre se aplica un proceso de limpieza seminal, en el que se toman unas muestras de semen y luego son aislados los espermatozoides y todo el material seminal que pueda representar un alto riesgo de contagio para la paciente y el feto.

Ahora, cuando es la mujer la portadora del virus, en la clínica de reproducción asistida se establece un periodo de seguimiento médico integral en el que participan distintos especialistas (ginecólogos, inmunólogos, genetistas, endocrinólogos) y se hacen ajustes en el tratamiento médico, evitando siempre aquellos fármacos antirretrovíricos que comprometan las capacidades reproductivas de la mujer y, a la larga, el desarrollo, salud y estabilidad del feto.

Una vez que, producto del seguimiento y el tratamiento controlado, se han logrado ciertas condiciones favorables para la fecundación / gestación en la paciente, esto es: óptimas condiciones generales de salud, eliminación del sistema de los residuos de fármacos que representan riesgos para el embarazo, se procede a aplicar una técnica de reproducción asistida como la Fecundación In Vitro.    

Técnicas de reproducción asistida

Las técnicas de reproducción asistida, conocidas por los especialistas como ART (del inglés Assisted Reproduction Techniques) comprenden una serie de protocolos que tienen como finalidad hacer frente a los casos de infertilidad y lograr el embarazo de una mujer que, en condiciones naturales, no podría ser posible bien sea por:

  • Problemas de infertilidad propios.
  • Problemas de infertilidad de la pareja.
  • Edad, menopausia.
  • Otras enfermedades y condiciones.

O bien porque se trata de una mujer que está soltera, o que hace vida con otra mujer, en cuyo caso debe recurrir a la inseminación artificial para lograr concebir.

El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades CDC (por sus siglas en inglés) define a las Técnicas de Reproducción Asistida como todos aquellos métodos y tratamientos para tratar la infertilidad que involucren trabajar con óvulos y embriones y, en los cuales, los ovocitos son extraídos de la mujer para luego de ser fecundados introducirlos de vuelta en los ovarios.

Entre las técnicas de reproducción asistida que existen en la actualidad y que se llevan a cabo en las clínicas de reproducción asistida se encuentran:

  • Inseminación Artificial.
  • Fecundación In Vitro.
  • Transferencia Intrafalopiana de Gametos.
  • Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides.
  • Donación de material genético.
  • Subrogación.

Las más comunes son:

Fecundación In Vitro

La Fecundación In Vitro es una de las técnicas de reproducción asistida más populares y una de las más aplicadas, puede resumirse como un proceso en el que una vez se extrae el material genético de los miembros de la pareja, este es unido en laboratorio, para luego implantarlo en el útero de la paciente.  

Inseminación intrauterina

En la inseminación intrauterina el material genético no es fertilizado en el laboratorio, en lugar de eso la muestra de semen de la pareja o el donante es implantado en el útero.

Transferencia Intrafalopiana de Gametos

La transferencia intrafalopiana de gametos es otro procedimiento de las tecnologías de reproducción asistida. Se basa en la recolección de ovocitos que luego son posicionados en la trompa de Falopio junto con el esperma. Esta técnica se lleva a cabo a través de un proceso de invasividad media llamado laparoscopia.

Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides

Esta técnica de reproducción asistida también conocida como ICSI es recomendada en aquellos casos en los que el hombre padece de infertilidad como consecuencia de una baja calidad espermática.

Para llevar a cabo la ICSI se extraen los óvulos mientras que se trabaja sobre una muestra de semen donde se seleccionan los espermatozoides con mejores condiciones: tamaño, forma, movilidad. Estos serán luego implantados en los óvulos (un espermatozoide por ovulo). En caso de que sea efectiva la fecundación, los óvulos se insertan en el útero de la paciente.      

Donación de material genético

Algunas de las técnicas de reproducción asistida son posibles porque se cuenta con material genético (óvulos, espermatozoides) que provienen de donaciones. En las clínicas de reproducción asistida se recolectan, gestionan y almacenan las muestras a través de avanzados procesos criogénicos. Los equipos de genetistas de cada centro especializado en reproducción asistida garantizan la calidad del material procedente de donantes, a los que se les realizan exhaustivas pruebas para descartar la presencia de enfermedades.

Subrogación

Los embarazos subrogados son aquellos en los que una mujer consiente prestar su vientre para fecundar el hijo de una pareja con problemas para concebir. Esta modalidad de embarazo, denominada gestación subrogada, se logra a través de distintas técnicas de reproducción asistida tales como: la fecundación in vitro o la inseminación artificial.

Aunque se tratan de técnicas clínicamente probadas con un alto nivel de efectividad, debemos decir que en cada país esas técnicas de reproducción asistida tienen distintos estatus legales, de forma tal que, en función de la legislación vigente, en ciertos lugares esos métodos podrían estar o no disponibles, y cada uno tendría una serie de requisitos distintos para las pacientes que desean someterse a ellos.

De modo que las interesadas deben, por una parte: consultar en las clínicas de reproducción asistida de la localidad la disponibilidad y los requisitos necesarios para cumplir con los tratamientos y, por otro, consultar el nivel de efectividad de cada uno.

Todas las técnicas y métodos de reproducción asistida han demostrado ser efectivas, no obstante, es necesario puntualizar que el nivel de efectividad varía atendiendo a las condiciones de la paciente y el centro especializado.

Cada clínica tiene sus correspondientes tasas de éxito / efectividad y estos deben ser vistos considerando la edad de las pacientes, el diagnóstico o problema de infertilidad al que se enfrentaban.

Además de la disponibilidad y el ratio de efectividad de cada método de reproducción asistida, las parejas o mujeres interesadas deben analizar muy bien las consecuencias que pueden conllevar los tratamiento, veamos.

Efectos de las técnicas de reproducción asistida

La aplicación de cualquier tipo de método de reproducción asistida tiene tres efectos directos que se manifiestan en distintos niveles. Así tenemos:

  • Efectos físicos.
  • Efectos psicológicos.
  • Efectos o consecuencias sociales.

Efectos físicos

Al respecto de las consecuencias fisiológicas adversas debemos decir que tienen un porcentaje muy bajo en todas las prácticas asociadas a las tecnologías de reproducción asistida. La afección que suele presentarse con mayor recurrencia es la conocida como Síndrome de Estimulación Ovárica, esta ocurre como consecuencia de la administración de hormonas durante el ciclo de Ovulación Inducida o Estimulación de la Ovulación.

El Síndrome de Estimulación Ovárica puede evitarse con un correcto control periódico, que incluye exámenes hormonales y físicos que permitan a los especialistas conocer el nivel de estimulación ovárica en el que se encuentra la paciente.

Efectos psicológicos 

Todos los tratamientos médicos, sobre todo los relacionados con la concepción, tienen muchos efectos psicológicos que afectan a la pareja, a los familiares y personas cercanas, pero sobre todo a la paciente,  

Estos métodos suponen una gran carga de tensión y ansiedad que puede afectar el comportamiento de los implicados antes, durante y después del tratamiento, en especial en aquellas parejas que no logran concebir con el primer ciclo de tratamiento de reproducción asistida.

Implicaciones sociales de las técnicas de reproducción asistida

Sobre las técnicas de reproducción asistida existen muchas posturas y opiniones y estas han dado origen a un gran debate. Pero, sin ahondar mucho en las implicaciones sociales a nivel macro, debemos decir que los tratamientos relacionados con las tecnologías de reproducción asistida tienen consecuencias sociales inmediatas.

Nos referimos al entorno directo de la paciente que, en algunos casos deja de realizar sus actividades normales con la finalidad de dedicarse a tiempo completo al tratamiento, lo cual no debería significar el abandono de su rutina diaria, salvo en aquellos casos puntuales donde la actividad represente un riesgo para la salud de la madre y el éxito del protocolo de reproducción asistida.