La candidiasis en el embarazo

La candidiasis es una patología común en las mujeres, en especial durante el embarazo, a continuación, te explicamos las razones.

Los dos factores que hacen que la candidiasis sea una infección frecuente durante el embarazo son:

  • Las hormonas, con la consecuente sobreproducción de glucógeno.
  • El incremento en el flujo vaginal, que además de tener grandes cantidades de glucógeno, que propicia las condiciones químicas para la expansión de la levadura, también crea un medio físico ideal para el desarrollo del hongo de la candidosis.

En el caso de que estés embarazada y presentes los síntomas de la candidiasis como: algunas molestias o, cambios repentinos en la coloración / densidad del flujo vaginal, lo mejor es acudir con tu ginecólogo, que se encargará de recomendarte un tratamiento de acuerdo con tu caso particular.

Si quieres saber más acerca de porque aparece la candidiasis durante el embarazo, sus consecuencias y cómo curarla, esta entrada es para ti.

¿Por qué es tan frecuente la candidiasis en el embarazo?

El embarazo crea las condiciones biológicas para que la candida albicans —que es como se llama el hongo que, en la gran mayoría de los casos, produce la candidiasis— se propague.

Veamos cuales son esas condiciones.

El embarazo produce cambios en distintos niveles en el organismo de la madre, muchos son visibles, pero otros no resultan tan evidentes.

Uno de estos cambios que tienen lugar durante el periodo de gestación es del tipo hormonal. Durante el embarazo se producen grandes cantidades de una sustancia conocida como glucógeno.

El glucógeno es un compuesto que sirve como fuente de energía para el organismo de la embarazada y el feto, y es extraída de los carbohidratos y de los azúcares que consume la madre.

Mucho de este glucógeno es aprovechado ciertamente por la embarazada y por el bebé, pero otro tanto de esta sustancia también sirve como fuente de energía a algunos microorganismos que hacen vida en la vagina: como la candida albicans.

Las levaduras, como es bien sabido, se alimentan de azúcar, y, en esencia, eso es el glucógeno. De forma tal que el glucógeno presente en el flujo vaginal de la embarazada sirve para que el hongo de la candidiasis se expanda.

Además, durante la gestación, la cantidad de flujo vaginal aumenta, lo que, resulta beneficioso para los hongos, puesto que viven en ambientes húmedos y cálidos.

Por tal razón es tan frecuente la candidiasis durante el periodo de gestación.

Síntomas de la candidiasis en el embarazo

Los síntomas de la candidiasis vaginal durante el embarazo suelen aparecer a partir del sexto mes de gestación y son los siguientes:

  • Molestia, hinchazón y enrojecimiento de la vulva y la vagina.
  • Comezón, ardor que puede estar acompañado de dolores, sobre todo cuando se orina.
  • Dificultades para practicar el coito, ocasionadas principalmente por el dolor.
  • Señales mínimas de sangrado irregular.
  • Flujo acompañado de una sustancia blanca y de consistencia densa que, en ocasiones se presenta sin olor, pero que en otras puede oler. A veces el flujo puede ser amarillento, verdoso o, incluso gris.

¿Cuáles son las consecuencias de la candidiasis durante el embarazo? ¿Puede la candidiasis afectar al bebé?

Durante el embarazo la candidiasis es una enfermedad, además de frecuente: tratable, que no representa mayores consecuencias para la embarazada.

Eso sí, se debe acudir al ginecólogo para que trate la infección y realice, además, otros estudios para conocer el estado general de salud de la madre, puesto que existen ciertas patologías asociadas a la aparición de la candidiasis.  

Por ello es probable que se hagan estudios para comprobar el índice glucémico de la paciente y así descartar una diabetes.

Algo que se preguntan con frecuencia las pacientes embarazadas que se ven afectadas por la candida es si esta puede perjudicar al feto, a lo que respondemos:  

La candidiasis no afecta al feto durante el proceso de gestación, pero se debe tratar de erradicar la infección de la madre y, además, fortalecer su sistema inmune para que el hongo no se propague.

Si la infección persiste a la hora del parto, es posible que el bebé se infecte con la candida albicans y desarrolle candidiasis en la boca, la cual también es una patología tratable.

¿Cuál es el tratamiento para curar la candidiasis durante el embarazo?

El tratamiento para curar la candidiasis en el embarazo no difiere mucho del que se administra a las mujeres no embarazadas.

La principal diferencia está en que no se recetan antimicóticos orales que puedan poner en riesgo la salud del bebé.

Por eso se prescribe el uso de antimicóticos de aplicación directa, es decir: cremas, pomadas y óvulos para tratar la candidiasis.

A la par del tratamiento farmacológico, muchas madres con candidiasis durante la gestación recurren a ciertos remedios naturales para acelerar el proceso de curación.

Entre los remedios naturales para tratar la candidiasis se encuentran:

  • Lavados con infusión de manzanilla.
  • Limpiezas con aceite de coco.
  • Compresas de yogur.
  • Óvulos vaginales de ajo.

Estos tratamientos también deben ser complementados con ciertos alimentos que ayuden a regular los niveles de pH, pues cualquier desequilibrio puede hacer que el hongo de la candidiasis se propague, lo que, además de retrasar el proceso de curación podría resultar muy perjudicial, pues las infecciones profundas con candidiasis son difíciles de tratar.

¿Cómo se puede prevenir la candidiasis durante el embarazo?

La candidiasis, como hemos dicho, es muy frecuente durante el embarazo, debido a los cambios hormonales que son propios del periodo de gestación. Esos cambios hormonales no son controlados ni por la madre ni por el ginecobstetra, de forma tal que esta siempre podría aparecer.

Lo que si se puede controlar es la intensidad de los síntomas.

Aunque sabemos que la candidiasis en el embarazo es bastante común y afecta a un gran número de embarazados, también debemos decir que no en todas se manifiestan los síntomas con el mismo nivel de severidad.

En algunas madres el hongo es más agresivo que en otras y hay elementos fisiológicos / hormonales y otros factores que influyen en el desarrollo del hongo que escapan del control de la embarazada y del ginecólogo, pero también otros factores sobre los cuales podemos actuar y controlar.

Hablamos entonces de una serie de acciones que pueden hacer que la candida albicans no se propague con tanta facilidad y, en algunos casos, incluso pueden ayudar a evitar su aparición.

Entre esas acciones que pueden ayudar a prevenir la candida tenemos:

Reducir la ingesta de alimentos y productos que alteren el pH

Las consecuencias que tiene la ingesta de ciertos alimentos sobre el pH es un tema interesante y extenso que escapa a los fines de esta entrada. Pero un resumen sería: debes tener en cuenta que cada comida que se ingiere afectará los niveles de pH del organismo.

El punto es saber cuáles son los alimentos que ayudan a equilibrar el pH y cuáles son los que causan el desequilibrio. Puede sonar complicado, pero no es muy difícil, como regla básica recuerda que:

Las frutas y vegetales mantienen unos óptimos niveles de acidez / basicidad, por el contrario, los productos procesados lo alteran.

Usar ropa interior cómoda

La ropa interior sintética no solo resulta incómoda, también ayuda a que los hongos, como el de la candida albicans, se propaguen, pues las fibras sintéticas elevan la temperatura y evitan que la piel respire, lo que crea unas condiciones idóneas para el crecimiento de los hongos.

Evita usar ropa interior que sea ceñida y de fibras sintéticas, mejor utiliza ropa de fibras naturales como el algodón.

Este mismo principio aplica para toda la ropa, recuerda que la candidiasis no solo es una enfermedad genital y puede afectar cualquier área de la anatomía donde las condiciones se lo permitan.           

Limitar el uso de productos para la limpieza íntima

Las llamadas duchas y otros productos para la higiene vaginal, como los jabones íntimos y las lociones, deberían estar prohibidos durante el embarazo, puesto que son elaborados en base a compuestos que resultan perjudiciales para el equilibrio de la flora vaginal.  

Estos productos no son necesarios y todo lo que hacen, más allá de la sensación de limpieza es acabar con el balance bioquímico de tu zona íntima, lo que puede dar pie a padecimientos como la candidiasis.